Terapia Visual y Comportamental frente a “Dislexias” y otros problemas de aprendizaje (TDA-H)… ¿Qué hacemos?
Ago
2016

La Dislexia, suele implicar básicamente, que un niño tiene trastornos de lectura, aunque en la practica, se utilizaba también ante problemas de lateralidad, escritura e incluso problemas de habla y comportamentales.
Solía aplicarse mucho a niños que cometen inversiones gráficas, escriben números al revés, leen alterando el orden de las letras o de las palabras; pero también si sufren mala grafía, torpeza motora, baja atención o memoria…etc.
En la actualidad la dislexia a dado paso a términos mas genéricos como Trastorno o Inmadurez del Desarrollo. Esto se debe a que ante los signos descritos, ya no pensamos en un trastorno único, sino en un conjunto de síntomas y signos, que aparecen como consecuencia de un problema del procesamiento que el cerebro hace de la información que le llega (fundamentalmente visual y auditiva), y de las respuestas (anormales), que produce.
Por tanto, ante un problema de aprendizaje o comportamental (digamos “del desarrollo”), este conjunto de respuestas anómalas puede deberse a varias causas principales; problemas Visuales, o de origen auditivo, Lateralidad cruzada…Aunque hay otras muchas causas secundarias, como por ejemplo las alteraciones emocionales, o una simple inmadurez en el desarrollo general.
Este tipo de problemas, tampoco se explicaría por un simple trastorno hereditario, aunque si pueden heredarse problemas (fisiológicos o funcionales), que provoquen un problema visual o auditivo…, que a su vez generen un problema de lateralidad o de capacidad, que implica un bajo rendimiento y una respuesta comportamental anormal como el TDA.
Debemos, estar atentos a determinados signos precoces en edades tempranas (cuatro o cinco años).
- Mala ubicación espacial de los objetos y mala orientación espacial propia, se pierden con facilidad, no encuentra su clase…
- Ordena las cosas al revés, de derecha a izquierda (atención a una posible lateralidad zurda).
- Problemas importantes de motricidad (es torpe con su cuerpo, tropieza fácilmente, parece que no ve las cosas, se golpea contra las puertas y tira cosas.
- Hace algunas inversiones al hablar. Por ejemplo dice “lapa” en lugar de “pala”, “saca” en lugar de “casa.
- Al principio escribe su nombre al revés , en espejo, empezando por la derecha.
- Luego, hace abundantes inversiones al escribir los primeros números, los escribe al revés y no mejora.
- Utiliza las dos manos (y piernas), indistintamente para todo, pinta con una mano, escribe con la otra, empieza con una mano, cambia el lápiz y sigue con la otra; lo mismo al comer, con la pelota etc.
- Cuando escriben, lo hacen de abajo hacia arriba o giran el papel 90º; dibujan empezando por el lado derecho del papel y van dibujando hacia el izquierdo.
- Les cuesta abotonarse un abrigo y otras prendas de vestir, también distinguir el zapato de cada pie y atarse los cordones.
- Con cinco o seis años no tienen dominancia definida o la tienen contrariada (confunden la derecha y la izquierda), y les cuesta mucho hacer ejercicios que crucen su línea media, son ambidiestros, pero poco hábiles.
¿QUÉ HACEMOS?
Para prevenir esto al máximo, es necesario actuar pronto; los educadores que observen este tipo de signos en sus alumnos durante la etapa preescolar y en los primeros cursos antes del aprendizaje profundo de la lectura (a los 6 ó 7 años), deben informar a los padres, y juntos consultar a profesionales especializados en visión-audición y cognición, como los optometristas comportamentales.
Tras diagnosticar el problema normalmente puede resolverse aplicando un programa integral y multidisciplinar, que se basará en Terapia Visual, de Procesamiento Auditivo (SENA), y de Lateralidad; un conjunto de ejercicios, organizados por etapas, que se aplican en el gabinete, en casa y en la escuela. Son programas sencillos (aunque no cortos), pero muy eficaces cuando se aplican con profesionalidad y regularidad.
Estos programas, podrán desarrollar las habilidades visuales implicadas en la lectura, la dominancia visual o la lateralidad (diestra, zurda, o contrariada); otros incluirán un tratamiento de procesamiento auditivo (también de gran eficacia) y en muchas ocasiones requerirán de un programa integral que incluya ejercicios para organizar la psicomotricidad, el esquema corporal, la orientación espacial, logopedia…
Lo fundamental, es que tanto los padres como todos los profesionales implicados en la educación y desarrollo infantil, entendamos que muchos de los niños que presentan estos signos de “inmadurez de desarrollo”, son niños diestros que utilizan el ojo izquierdo por algún tipo de problema; niños zurdos contrariados que no han desarrollado bien su lateralidad zurda; niños zurdos que trabajan con el ojo derecho; niños diestros que escuchan y procesan en lenguaje por el oído izquierdo, en vez de por el derecho dominante en el área del lenguaje, etc.
En conclusión, la realización obligatoria de un estudio múltiple Visuo-Audio y Neuro-Cognitivo (a partir de los 4 años de edad), debería establecerse como un método preventivo en todos los niños en general; pero debe ser imprescindible en caso de detectarse lo signos descritos, con el fin de medir el equilibrio entre las capacidades cognitivas, el procesamiento y las respuestas de nuestros niños en desarrollo, pudiéndose así aplicar (de forma precoz), programas de estimulación integral.
Porque, “Lo Natural…es un buen Desarrollo Infantil”
Kino Ferrández
i-Optometra Comportamental