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El consumo de Omega-3 se asocia con mejoría en el síndrome del ojo seco

En el estudio aleatorizado y doble ciego de Kangari H et al. se asignó a 64 pacientes con síndrome del ojo seco para recibir diariamente, durante 30 días, dos cápsulas con 180 mg de ácido eicosapentaenoico (EPA) y 120 mg de ácido docosahexaenoico (DHA) o dos cápsulas con aceite de dos triglicéridos de cadena media. Antes de iniciar la intervención y una vez transcurridos los 30 días, se evaluó el tiempo de rotura de la película lagrimal (TRL), la tasa de producción de lágrimas (con la Prueba de Schirmer) y el Índice de Enfermedad de la Superficie Ocular (IESO/OSDI).

Omega-3 mejoría en el ojo seco

29/11/2013 – Publicado en Kangari H, Eftekhari MH, Sardari S et al. Short-term Consumption of Oral Omega-3 and Dry Eye Syndrome. Ophthalmology 2013;120(11):2191-2196.

Tanto el TRL, que permite determinar la estabilidad de la película lagrimal observando su evaporación, como la tasa de producción de lágrimas fueron significativamente mayores (respecto a la línea basal) en el grupo de tratamiento: el incremento en el TRL fue del 71% para el grupo omega-3 y del 3,3% para el grupo placebo (p<0,001); la tasa de producción de lágrimas (Prueba de Schirmer) aumentó un 22,3% en el grupo de tratamiento frente a un 5,1% en el grupo placebo (p=0,033). El IESO, que se obtiene a partir de una escala de 12 ítems que valora los síntomas relacionados con el síndrome del ojo seco y su efecto sobre la visión a partir de las respuestas del paciente, disminuyó significativamente en el grupo omega-3, representando en este una mejoría del 26%, frente a un 4% en el grupo placebo (p=0,004).

De todo ello se concluye que el consumo de ácidos grasos omega-3 conduce a una mejoría en los síntomas del síndrome del ojo seco.



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