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Lateralidad y desarrollo

connect-20333_1280 (1)Nuestro cerebro posee dos hemisferios que comparten las principales funciones, desde muy pequeños utilizamos preferentemente una mano, un ojo, una pierna o un oído, para realizar las diferentes acciones diarias.

Pero algo tan sencillo como esto requiere un estadio superior de organización de nuestro Sistema Nervioso, aunque con una ruta perfectamente definida y coordinada con nuestra preferencia genética.


¿Qué es la lateralidad mal definida?

La lateralidad, es simplemente la preferencia que muestran la mayoría de los seres humanos por un lado de su propio cuerpo. De niños debemos construir bien la lateralidad predefinida, para tener un punto referencial espacio-temporal. Esta referencia es vital para automatizar los aprendizajes básicos, para la organización interior (calidad y velocidad de procesamiento neurológico) y para orientarnos en el entorno que nos rodea.

Si somos capaces de hacer que los sistemas audio-viso-motrices se definan correctamente no tendremos ningún problema (siendo diestro o zurdos), pero si la definición no es correcta la maduración tampoco lo será, generando serios problemas de desarrollo y aprendizaje en diferentes áreas.

Estos niños presentan problemas de atención y se fatigan fácilmente. Una buena organización lateral ojo-mano-pie-oído favorece la atención, la rapidez, la solución de tareas y por tanto el aprendizaje.

Dominancia indefinida o cruzada

Lo normal es que se herede una dominancia en el mismo lado, ya sea el lado derecho (ojo-oído-mano-pie) o el lado zurdo. Es decir debemos tener una lateralidad homogénea, que se ira definiendo completamente en las primeras etapas del desarrollo. Si algo impide que esto ocurra, estaremos ante una lateralidad mal definida o ante una lateralidad cruzada.

Principales consecuencias de la lateralidad cruzada

Los niños con lateralidad cruzada, ojo-mano (sobre todo), diestro de mano y zurdo de ojo o al contrario presentaran múltiples problemas, por el bajo dominio viso-espacial que poseen y la lentitud de procesamiento viso-auditivo.

Como consecuencia de todo esto el tema escolar se ve muy afectado, sin olvidar el tema emocional. Se convierten en niños desmotivados, con poco interés en las actividades escolares, e incluso en otras, debido a sus problemas de atención y concentración. Su autoestima suele ser muy baja.


 

¿A partir de que edad se puede tratar la lateralidad cruzada?

El mejor tratamiento es la detección precoz, por eso a partir de los 4-5 años podemos y debemos evaluar la lateralidad y calidad de los diferentes sistemas sensoriales, con el claro objetivo de prevenir cruzamientos.

En caso existir problemas concretos en alguno de los sentidos, se deben resolver estos primero y procurar después una reorganización neurofuncional. El tratamiento debe ser adaptado a cada niño teniendo en cuenta el origen y las dificultades que está ocasionando.

La terapia posterior buscará la reorganización neurofuncional, que desbloqueará el desarrollo del niño, organizando su sistema nervioso (Procesamiento viso-auditivo), aprovechando las posibilidades de regeneración del Sistema Nervioso (Neuroplasticidad).

Con la maduración del Sistema Nervioso podremos resolver muchos de los síntomas de la lateralidad cruzada antes descritos y por tanto sus barreras escolares.


 

Ejercicios adaptados a cada caso

Los ejercicios propuestos, en caso de lateralidad cruzada, recapitulan la aparición de los primeros movimientos durante las distintas etapas (Movimientos Rítmicos Naturales), adquiriendo habilidades no conseguidas antes. Es como una segunda oportunidad; con la estimulación conseguimos nuevas vías y un sistema nervioso organizado según era nuestro objetivo.

Para afianzar este protocolo nos apoyamos además, en Terapia Visual y Auditiva, Nutrición, Terapia Fotodinámica Syntonic y por el lado emocional, la orientación psicopedagógica a las familias y profesores.



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